Descripción
Con una expresión serena y una postura natural, esta figura decorativa encarna sencillez y autenticidad. Representa a un niño sentado sobre un tronco de madera, vestido con pantalones cortos en rojo oscuro, un chaleco claro y un turbante a juego. La bandeja que sostiene entre sus manos permite múltiples usos decorativos: como portavelas, cuenco para pequeños objetos o pieza simbólica.
Su cuidada elaboración artesanal y el equilibrio cromático hacen que esta escultura aporte un aire étnico y acogedor a interiores con personalidad. Perfecta para ambientes boho, coloniales o eclécticos, esta figura puede presentarse individualmente o en conjunto con otras piezas de la misma colección para crear una narrativa decorativa coherente, cálida y con alma.